La información que ha ofrecido recientemente algún medio de prensa gratuito podría calificarse casi de "funeral" de la política. Según el medio en cuestión, si Belén Esteban se presentara a las elecciones generales, obtendría hasta 5 escaños. Con todos mis respetos hacia esta persona que, como casi cualquier otro español, tiene el derecho de sufragio pasivo (de hecho, esta es una de las grandes muestras de la democracia), es un hecho que su popularidad no se debe precisamente a méritos que la posicionen como una candidata con las mejores aptitudes para representar al pueblo en la esfera política.
Por supuesto, podría llegar a comprender que deteminado perfil social se sienta identificado con ella y, como la propia Ciencia Política nos indica, por lo general, se prefiere a una persona con la que te sientas identificado, para que te represente. Ahora bien, de ahí a que si esta persona se presentase, llegase a obtener 5 escaños (es decir, superando incluso a la validísima Rosa Díez), hay un verdadero trecho.
Esta información nos debe invitar a reflexionar sobre la cultura política que hoy día tiene nuestra sociedad.
Salma Cantos
Por supuesto, podría llegar a comprender que deteminado perfil social se sienta identificado con ella y, como la propia Ciencia Política nos indica, por lo general, se prefiere a una persona con la que te sientas identificado, para que te represente. Ahora bien, de ahí a que si esta persona se presentase, llegase a obtener 5 escaños (es decir, superando incluso a la validísima Rosa Díez), hay un verdadero trecho.
Esta información nos debe invitar a reflexionar sobre la cultura política que hoy día tiene nuestra sociedad.
Salma Cantos